Dr. William Soto Santiago | Acto Conmemorativo en Ciudad Juárez, México

 

Señor Salomón Schlosser, sobreviviente del Holocausto; Lcdo. José Guillermo Dowell, representante del gobierno del Estado de Chihuahua en Ciudad Juárez y sub-secretario de Gobierno; Lcdo. José Luis Almendarez, presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos; público presente. Muy buenos días.

El Holocausto y los Derechos Humanos. Estudios de la realidad social, han demostrado que el Holocausto Judío o la Shoah, no ha sido el único genocidio perpetrado en la historia de la humanidad.

La intolerancia de los seres humanos exteriorizada en violencia, ha evidenciado en más de una ocasión, que los actos genocidas tienden a repetirse, sea o no en su totalidad con los mismos medios, las mismas ideas o las mismas características ya empleadas en crímenes anteriores.

El hecho de que las ideas generadoras de genocidio provengan de la mente humana, en un mundo saturado con discursos de odio y de discriminación, es de por sí, una advertencia para temer que puedan repetirse. La amenaza de nuevos genocidios es un peligro latente.

El Holocausto judío, comprendió elementos característicos que al día de hoy, le han permitido el calificativo de paradigma de los genocidios. Tal calificativo no se debe exclusivamente al elevado número de muertes, más de veinte millones de personas, entre ellas más de seis millones de Judíos, ni a la frialdad e irracionalidad con que actuaron sus ejecutores, sino también al nivel de organización, a su estructura y a la finalidad pretendida cual fue el exterminio de todo un pueblo indefenso: el pueblo judío, que no representaba una amenaza militar para el imperio nazi.

La comisión del Holocausto no surgió de un momento a otro, fue como todos los genocidios, el producto de un plan ideado, deliberado y discutido con toda frialdad por los altos jerarcas del partido nazi y del gobierno, encubierto bajo el eufemismo, la solución final a la cuestión Judía; es decir, el Holocausto primero surgió en la mente de Hitler, lo planeó con suficiente antelación, lo discutió con sus inmediatos colaboradores y comandantes militares y luego creó toda una estructura administrativa y militar para ejecutarlo.

El Holocausto también es el paradigma del acto genocida, porque el exterminio del pueblo Judío no se limitó a los judíos de solo Alemania, sino que victimizó a los judíos de toda Europa.

El Holocausto, fue asumido como una política de estado para borrar un pueblo de la faz de la tierra. Para lograr la finalidad, se dictaron leyes que comenzaron discriminando al pueblo judío, negándole su condición de personas dignas, impidiéndoles el trato con ciudadanos alemanes, despojándolos de sus bienes y de sus empresas, impidiéndoles el acceso a la educación y el ejercicio de sus profesiones.

El Holocausto no solo atacó la vida física de las víctimas, también fue un atentado contra el espíritu judío, al punto de impedirles ejercer su libertad de pensamiento y de expresión, pues no podían exteriorizar sus ideas y se les impedía profesar su fe religiosa, atentando de esta forma en contra de la libertad de culto y violentando así el derecho al libre desarrollo de la personalidad; es decir, el Holocausto fue ante todo un atentado contra la dignidad de las víctimas y como atentado físico, el Holocausto no sólo victimizó a los practicantes del judaísmo, ni a los hijos de judíos, sino que se estructuró para eliminar mediante la industrialización de la masacre a cualquiera que se enmarcará dentro del concepto judío, fuera o no nacido en Alemania, descendiera o no directamente de padres judíos, practicara o no esa religión.

Bastaba con ser en su esencia más íntima un judío existente o incluso poder llegar a serlo, para ser víctima. Por eso la orden de asesinar a todas las mujeres, incluía la intención de evitar la reproducción del pueblo judío.

La política nazi humilló a sus víctimas, las utilizó como esclavos explotándolas antes de ser asesinadas, se les engañó para facilitar su exterminio y para atraer a cualquier otro familiar que se encontrara distante, haciéndoles realizar postales y cartas requiriendo sus visitas a los lugares donde supuestamente todo iba muy bien.

Los elementos utilizados para su ejecución, no han sido utilizados de la misma manera sistemática en otros acontecimientos, las infraestructuras diseñadas para aniquilar en masa, no se han utilizado hasta ahora. Según la narración de los sobrevivientes, los casos de muertes de niños, jóvenes, adultos y ancianos desde el traslado a los campos de exterminio en trenes utilizados para transportar ganado, muertes causadas por el hambre y sed o asfixia, por aglomeración, hacen del Holocausto uno de los más graves atentados contra los Derechos Humanos que registra la historia.

El exterminio de los judíos no tenía retroceso, ubicarlos era una orden que trascendía territorio alemán, investigarlos, adueñarse de sus pertenencias, privarlos de cualquier actividad dentro de la sociedad, marcarlos, trasladarlos, clasificarlos, agruparlos, uniformarlos, en algunos casos explotarlos para luego asesinarlos, era la meta propuesta por el gobierno nazi, no había esperanza de sobrevivir, todo al final iba a desaparecer.

Las anteriores son algunas de las razones que hacen del Holocausto, uno de los más grandes atentados contra los Derechos Humanos, el paradigma del genocidio. La universalidad de las políticas implementadas, la maquinaria empleada para asesinar, las leyes arbitrarias implementadas para lograr la finalidad y el estado de indefensión y engaño de las víctimas, hacen del Holocausto el paradigma del acto genocida.

El Holocausto judío es sin lugar a dudas, un genocidio sin precedentes y para su prevención es necesario conocer, estudiar y socializar a sus características, pues no se puede prevenir lo que no se conoce. En este noble propósito de promoción del respeto y la defensa de los Derechos Humanos a partir de la enseñanza del Holocausto, la Embajada Mundial de Activistas por la Paz, lleva a cabo varios proyectos y programas orientados a honrar la memoria de las víctimas como el Proyecto: “Huellas para no Olvidar”.

También está empeñada la Embajada, en fortalecer la Justicia Internacional para castigar a los responsables de tan graves atentados contra los Derechos Humanos, mediante el Proyecto: “Justicia para la Paz” y al haber sido identificado el Holocausto como un grave atentado contra la dignidad humana, es necesario tener presente para prevenir todo genocidio y en general, para prevenir todo acto de discriminación que el reconocimiento de la dignidad humana parte del principio del respeto a nuestro semejante, así estos piensen diferentes.

Una educación fundada en valores y el reconocimiento de la dignidad humana, es la base del respeto de los Derechos Humanos y el respeto por el otro, el camino para una vida armónica justa y en paz. Muchas gracias.