Dr. William Soto | “Educación por la Paz del ser humano integral”

Dr. William Soto | “Educación por la Paz del ser humano integral”

Paraguay | 26.04.2016
Dr. William Soto | “Educación por la Paz del ser humano integral”

Doctor Hildegardo González, magnífico rector de la Universidad Nacional de Itapúa, doctora Hermelinda Alvarenga de Ortega, secretaria de la Universidad Nihon Gakko y secretaria Pro Témpore de la ALIUP; doctora Yilda Agüero, vicerrectora de la UNI; doctor Antonio Kyernyezny, decano de la universidad de Universidades de la UNI; representantes de universidades; docentes y estudiantes presentes; muy buenas noches.

“Con la buena educación es el hombre una criatura mansa y divina, pero sin ella es el más feroz de los animales, la educación y la enseñanza mejoran a los buenos y hacen buenos a los malos”. Platón.

Esta frase nos hace reflexionar sobre el objetivo final de la educación, al hablar de los frutos de una buena enseñanza, Platón no hace referencia a un ser humano más inteligente, con más conocimiento o capacidades, en realidad nos habla de que la buena educación puede formar personas más humanas, pues tiene el poder para transformar mentalidades y las acciones de los hombres.

Debemos preguntarnos ¿cuál es el objetivo de la educación superior en la actualidad? ¿por qué vemos tantos líderes bien preparados académicamente cometiendo los peores crímenes contra la dignidad del ser humano?

La educación superior ha centrado sus esfuerzos en promover la investigación e innovación, y eso es importante porque las universidades han formado profesionales idóneos con habilidades y capacidades en distintas áreas que contribuyen al desarrollo en el campo tecnológico y científico.

Sin embargo, los cambios sociales, políticos, económicos, culturales, las crisis de valores humanos y ante todo espirituales que desintegran la sociedad, son situaciones que convocan a las universidades a replantear los objetivos de la educación, pues educar debe ser más que la simple transferencia de conocimiento para formar profesionales.

La idoneidad de un profesional se debe medir por su sensibilidad como ser humano y por su solidaridad con sus semejantes y no solo por el cúmulo de conocimientos adquiridos.

El establecimiento de un sistema de educación integral de calidad fundamentado en el respeto de la dignidad humana y la práctica de los valores y principios éticos, morales y espirituales es una necesidad inmediata.

¿Cuál es el primer paso para promover esta transformación hacia una educación integral? Debe existir una educación integral para el hombre integral, hemos desconocido la esencia del ser humano, el proceso educativo. Se hace necesario reconocer la naturaleza integral del ser humano, porque la persona no es solo cuerpo físico, también está formado por espíritu y alma o corazón.

La universidad debe reflexionar sobre su liderazgo e identificar las prioridades en la formación de profesionales integrales que respondan a los retos de la educación, según las necesidades del entorno.

Hoy necesitamos profesionales que tengan conocimiento, también reconozcan la dignidad humana como valor fundamental, que promuevan y construyan una cultura de paz conscientes de su responsabilidad social, respetuosos de los derechos humanos, de los valores universales y espirituales y promotores del diálogo y de respeto por las culturas.

El poder transformador de la educación superior debe concentrarse en la formación de un profesional más humano, para quien el ser, el hacer y respetar sean tan importantes como el saber.

El liderazgo de la universidad es fundamental en esta nueva era del conocimiento, la universidad cumple un rol integrador y transformador de sociedades, este liderazgo demanda mayor responsabilidad y exige un cambio de paradigma en la educación superior.

Este nuevo escenario también convoca al docente a fortalecer su rol como gestor axiológico, portador del estandarte de la libertad, la igualdad, la justicia social y los demás derechos y garantías constitucionales.

Es importante entender que el ser humano es integral y que cada uno de sus componentes tiene un proceso diferente de formación, así como un conocimiento, un mensaje o palabra que debe recibir, que lo va transformando y lo fortalece positivamente.

En la antigua Grecia la educación buscaba el equilibrio del cuerpo, alma, mente y se utilizaba hasta la música con el propósito de educar el alma; estamos hablando de la base de la enseñanza en una de las culturas más importantes e influyentes de toda la historia de la humanidad.

Grandes historiadores, escritores, científicos, artistas y filósofos que a través de los siglos han dejado huellas en el tiempo y de muchos de sus aportes siguen siendo referencia universal.

Es fundamental reconocer estos tres pilares de la educación integral: cuerpo, espíritu y alma o corazón.

Al educar el cuerpo, les enseñamos a las personas las destrezas y habilidades físicas para desarrollar una profesión.

Al educar el espíritu, el cual es la parte consiente del ser humano, donde se desarrolla la inteligencia, se transmite a la persona los conocimientos, los preceptos, el arte, la historia, las teorías de una profesión que les permitirán, pensar, razonar, y analizar para interactuar armónicamente con sus semejantes.

Al educar el alma o subconsciente, sembramos en las personas los valores espirituales que orientan las decisiones que ha de tomar en su corazón. La educación del alma dotara al ser humano de criterios para decidir qué mensaje, qué estímulo o información va a aceptar o a rechazar en su interior y a manifestar a través de acciones para el prójimo y para con el prójimo.

Cuando llegamos a armonizar la enseñanza de estos tres pilares: cuerpo, espíritu o alma o corazón, el ser humano alcanza un estado pleno y manifiesta ciertas potencialidades y características como el amor, la fe, el respeto y la solidaridad.

Durante la sesión educativa en la “Cumbre de Integración por la paz CUMIPAZ” realizada en noviembre de 2015, en Chile, representantes de varias universidades realizaron diferentes propuestas con el propósito de replantar las prioridades en la educación superior. Hoy por la premura del tiempo solo les compartiré algunos de estos objetivos y prioridades que fueron establecidas.

  1. Establecer nuevos paradigmas de una educación para la paz, a partir de la formación integral del ser humano en su alma, corazón, espíritu y cuerpo.

  2. Promover la enseñanza de los derechos humanos el respeto de la alteridad y de la dignidad humana al interior de la educación superior.

  3. Impulsar la incorporación de la cátedra para la paz como parte del currículum académico en la educación superior.

  4. Atender a la demanda de una universidad que se convierta en el baluarte de los valores esenciales del espíritu, en la gran animadora de un movimiento ético y solidario, una universidad abierta, integradora, dinámica, diversificada que se transforme en un motor de desarrollo integral, que promocione la activa participación ciudadana y la preocupación por lo que le ocurre a nuestros semejantes.

  5. Reconocer que el sistema educativo superior requiere de profundas transformaciones en sus ámbitos fundamentales; cambios estructurales que garanticen profesionales capaces de comprender su compromiso con una sociedad que reclama mayor justicia, equidad y oportunidades, entendiendo su función de cambio positivo hacia una comunidad más humanizada.

Se hace necesario y urgente incluir en las universidades una cátedra para la paz que reconozca la naturaleza completa del ser humano.

El objetivo de la cátedra para la paz es promover la superación integral del ser humano en armonía con la madre tierra, a través de la construcción de una cultura de paz impartida, desde la educación superior, beneficiando a las presentes y futuras generaciones en un mundo mejor.

La cátedra para la paz será producto del trabajo que todos desarrollemos de manera integrada en el marco de la Alianza Internacional de Universidades por la paz “ALIUP”, se respetará la realidad de las particularidades culturales de cada país, pero mantendrá algunos puntos de convergencia.

Ejes temáticos, básicos pero fundamentales que hoy quiero presentarles:

Unidad 1. El ser humano integral

Unidad 2. Cultura de paz

Unidad 3. Justicia Social

Unidad 4. Educación en valores ambientales para la paz de la Madre Tierra

Unidad 5. Las tic y más media como herramientas para una cultura de paz.

Unidad 6. El poder de la música para la paz y felicidad integral del ser humano.

Unidad 7. Liderazgo juvenil transformacional

Unidad 8. Proyecto de acción social en el contexto local

Hoy iniciamos juntos este recorrido que demandará de todos nosotros voluntad, esfuerzo, perseverancia hasta completar la propuesta para el Paraguay.

Esta Alianza Internacional de Universidades en un mundo globalizado, fomentará el fortalecimiento de la justicia, el respeto del planeta tierra, el amor por la vida, y facilitará la construcción de una educación para la paz del ser humano integral. Muchas gracias.

MODERADOR

De este modo estamos desarrollando ya el momento culminante de la ceremonia inaugural de este magnífico taller seminario “Contribución de la cátedra para la paz en el proceso formativo del ser humano”.